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jueves, 3 de abril de 2014

La escuela es "elegir" pero... ¿es más importante enseñar o aprender?

photo credit: Bradley Wells via photopin cc
En entrada pasada reflexionaba sobre algunos verbos que deberíamos potenciar en la vida y la educación, la llamaba "La vida y la escuela necesitan de esto".
En Educación, en la escuela, como indican algunos especialistas, las diversas metodologías "tradicionales" de la escuela se describen con 3P -que nada tienen que ver con el Modelo 3P de enseñanza-aprendizaje de Biggs (1987)- que serían "presentación", "práctica" y "prueba" pero lo cierto es que estos métodos directos parece que fomentan poco la autonomía, el pensamiento divergente o creativo, suelen ser reiterativos y por tanto, en las condiciones actuales de nuestra sociedad donde la reflexión, la diversidad de opciones, la infoxicación... están muy presentes, es necesario que las personas vayan desarrollando poco a poco ciertas habilidades y competencias que resultan funcionales para convertirse en ciudadanos activos en la era digital y de la información.
Y debemos pararnos y pensar. Porque en los enfoques directivos los verbos tienen una dirección clara, del docente al alumno, y son explicar, practicar, corregir y evaluar; pero lo cierto es en la vida, en la sociedad, las direcciones son múltiples y por tanto nos exigen verbos como buscar, elegir, debatir, confrontar, aplicar, descubrir y ensayar, informar y compartir. Así, parece claro que la cultura y sociedad actual demandan otras destrezas como por ejemplo:
  • la resolución de tareas o problemas (buscar datos, seleccionar informaciones, reconstruir, comunicar, interactuar y difundir a través de diferentes medios y códigos);
  • de comprensión de múltiples lenguajes o alfabetizaciones y su interrelación y así crear documentos para su difusión de manera multimodal;
  • la capacidad para aprender de manera permanente;
  • de tener un perfil activo en la sociedad y los contextos de interacción, con una actitud positiva a la comunicación;
  • de manejo funcional, crítico y ético de los instrumentos tecnológicos y la información que facilitan. 
Muchas veces, dichas prácticas pedagógicas 3P se enmascarán con actividades complementarias, puntuales, externas al aula con las que intentamos enriquecer y suplir la rutina y la carencia; así, por ejemplo, nos encontramos con "jornadas culturales" que atiborran de actividades lúdicas u "originales" un continuo de actividades rutinarias y repetitivas del curso escolar.
En relación a esto, Larmer y Ross (2009) aclaran que un proyecto no es el “postre” sino “el plato principal”. - See more at: http://actualidadpedagogica.com/estudios_abp/#sthash.VAfXnMsB.dpuf
En relación a esto, Larmer y Ross (2009) aclaran que un proyecto no es el “postre” sino “el plato principal”. - See more at: http://actualidadpedagogica.com/estudios_abp/#sthash.VAfXnMsB.dpuf
En relación a esto, Larmer y Ross (2009) aclaran que un proyecto no es el “postre” sino “el plato principal”. - See more at: http://actualidadpedagogica.com/estudios_abp/#sthash.VAfXnMsB.dpuf
Sin embargo existe la posibilidad de trabajar desde otro prisma.  
Disponible en: http://es.scribd.com/doc/12975732/Monereo-Pozo-Competencias-para-convivir-con-el-siglo-XXI
Estas competencias recogen la esencia del cambio que es necesario, un cambio que implica en cada una de las diez competencias un verbo –ACTUAR– y esto se corresponde perfectamente con lo que afirma Roger Schank, experto en ciencias del aprendizaje, inteligencia artificial y entornos virtuales, cuando afirma que la única forma de aprender es “aprender haciendo”; podemos escuchar su reflexión en el siguiente enlace.


Parece claro entonces que desde los centros educativos debemos facilitar unos saberes adecuados al contexto actual y futuro. Podríamos afirmar que nuestro actual contexto se caracteriza por exigir a los individuos entre otros factores los siguientes (IFLA/UNESCO (2002). Directrices para la biblioteca escolar.).
  • El alumnado debe construir el significado a partir de la información
  • El alumnado debe aprender de manera autónoma e interdependiente.
  • El alumnado debe participar eficientemente en el trabajo de grupo.
  • El alumnado debe utilizar la información y la tecnología de la información de forma responsable y ética.
  • El alumnado debe producir un trabajo de calidad.
Igualmente podríamos completar diciendo que deberían:
  • Ser curiosos y sentir la necesidad constante de aprender, pues el volumen de generación de información es rápido y exige reajustar nuestros conocimientos a estos nuevos descubrimientos.
  • Ser comunicativos, fomentado la capacidad de escucha, de reflexión, de opinión y de exposición,… de ideas en los distintos ámbitos de la realidad.
  • Ser actores activos, que participan, se implican y se comprometen con ámbitos sociales en los que se incluyen.
  • Tener una visión interdisciplinar y sistémica de la realidad, no como un conjunto de partes separadas sino como una unidad con partes interrelacionadas que en su totalidad está su comprensión.
  • Tener la capacidad de adaptarse a los cambios, pues actualmente los procesos de cambios se siguen produciendo, como a lo largo de toda la historia, pero de una manera más acelerada.
  • Dominar habilidades digitales, ya que la sociedad de la información se basa en la generación, gestión, distribución, difusión de contenidos digitalizados a través de artefactos tecnológicos cada vez más eficaces.
Entonces, si debemos preparar a nuestros alumnos para su incorporación al mundo real, debemos potenciar metodologías caracterizadas por estrategias didácticas basadas en una serie de principios que favorecen su incorporación paulatina como son:
  1. La curiosidad, la creatividad y la capacidad de autoaprender,
  2. Que potencien el trabajo cooperativo, pues de manera individual es más complejo adaptarse a las exigencias reales.
  3. Que fomenten las capacidades comunicativas y científicas,
  4. Que desarrollen habilidades o competencias informacionales en el uso de la información y su transformación en conocimiento,
  5. Que fomenten experiencias para asimilar y reflexionar sobre la realidad y así potenciar la generación del conocimiento a través de la curiosidad intelectual y la resolución de tareas reales, y
  6. Que activen el pensamiento reflexivo y crítico a todos los niveles y en todos los ámbitos.
Por ello los procesos de aprendizaje se deben encauzar hacia la detección de problemas o interpretación de situaciones reales, a su análisis, reflexión, comprensión y resolución. No tanto a manejar diversidad de soportes o a localizar y usar fuentes de información de manera aislada y descontextualizada, sino como fruto de la necesidad de resolver una tarea o situación, pues de esta manera el uso de la información y sus fuentes o recursos será consecuencia de la necesidad de dar respuesta al problema planteado y así cobrará relevancia y se contextualizará funcionalmente.

Si analizamos las  estrategias de enseñanza-aprendizaje activas observamos que muchas tienen sus raíces en la aproximación constructivista del aprendizaje que evolucionó a raíz de los estudios de psicólogos, pedagogos y educadores tales como Vygotsky, Bruner, Piaget y Dewey. Algunos nombres que nos podemos encontrar son: aprendizaje basado en tareas, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje por descubrimiento, cazas de tesoro, proyectos documentales,... y tantos otros.
nube de palabras disponible en Wordle
Desde ese prisma activo del aprendizaje uno de los enfoques que podemos utilizar es el "Aprendizaje basado en proyectos" (a partir de ahora ABP). Para saber algo sobre él que mejor que con un par de vídeos que nos ayudan a hacernos una imagen mental de su planteamiento.

Vídeo titulado “Project Based Learning: Explained (SPANISH)” (3:50 min.)


Vídeo titulado “Aprendizaje basado en proyectos” (2:50 min.)

Si queremos aprender sobre ABP podemos seguir algunos referentes prácticos como son:

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