En entrada pasada reflexionaba sobre algunos verbos que deberíamos potenciar en la vida y la educación, la llamaba
"La vida y la escuela necesitan de esto".
En
Educación, en la escuela, como indican algunos especialistas, las
diversas metodologías "tradicionales" de la escuela se describen con 3P -
que nada tienen que ver con el Modelo 3P de enseñanza-aprendizaje de Biggs (1987)-
que serían "presentación", "práctica" y "prueba" pero lo cierto es que
estos métodos directos parece que fomentan poco la autonomía, el
pensamiento divergente o creativo, suelen ser reiterativos y por tanto,
en las condiciones actuales de nuestra sociedad donde la reflexión, la
diversidad de opciones, la
infoxicación...
están muy presentes, es necesario que las personas vayan desarrollando
poco a poco ciertas habilidades y competencias que resultan funcionales
para convertirse en ciudadanos activos en la era digital y de la
información.
Y debemos
pararnos y pensar. Porque en los enfoques directivos los verbos tienen
una dirección clara, del docente al alumno, y son explicar, practicar,
corregir y evaluar; pero lo cierto es en la vida, en la sociedad, las
direcciones son múltiples y por tanto nos exigen verbos como buscar,
elegir, debatir, confrontar, aplicar, descubrir y ensayar, informar y
compartir. Así, parece claro que la cultura y sociedad actual demandan
otras destrezas como por ejemplo:
- la resolución
de tareas o problemas (buscar datos, seleccionar informaciones, reconstruir,
comunicar, interactuar y difundir a través de diferentes medios y códigos);
- de
comprensión de múltiples lenguajes o alfabetizaciones y su interrelación y así crear
documentos para su difusión de manera multimodal;
- la capacidad
para aprender de manera permanente;
- de tener un
perfil activo en la sociedad y los contextos de interacción, con una actitud
positiva a la comunicación;
- de manejo
funcional, crítico y ético de los instrumentos tecnológicos y la información
que facilitan.
Muchas veces, dichas prácticas pedagógicas 3P se enmascarán con
actividades complementarias, puntuales, externas al aula con las que
intentamos enriquecer y suplir la rutina y la carencia; así, por
ejemplo, nos encontramos con "jornadas culturales" que atiborran de
actividades lúdicas u "originales" un continuo de actividades rutinarias
y repetitivas del curso escolar.
En
relación a esto, Larmer y Ross (2009) aclaran que un proyecto no es el
“postre” sino “el plato principal”. - See more at:
http://actualidadpedagogica.com/estudios_abp/#sthash.VAfXnMsB.dpuf
En
relación a esto, Larmer y Ross (2009) aclaran que un proyecto no es el
“postre” sino “el plato principal”. - See more at:
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En
relación a esto, Larmer y Ross (2009) aclaran que un proyecto no es el
“postre” sino “el plato principal”. - See more at:
http://actualidadpedagogica.com/estudios_abp/#sthash.VAfXnMsB.dpuf
Sin embargo existe la posibilidad de trabajar desde otro prisma.
Estas competencias
recogen la esencia del cambio que es necesario, un cambio que implica en cada
una de las diez competencias un verbo –ACTUAR– y esto se corresponde
perfectamente con lo que afirma Roger Schank, experto
en ciencias del aprendizaje, inteligencia artificial y entornos virtuales,
cuando afirma que la única forma de aprender es “aprender haciendo”; podemos
escuchar su reflexión en el siguiente enlace.
Parece claro entonces que desde los centros
educativos debemos facilitar unos saberes adecuados al contexto actual y
futuro. Podríamos afirmar que nuestro actual contexto se caracteriza
por exigir a los individuos entre otros factores los siguientes
(IFLA/UNESCO (2002). Directrices para la biblioteca escolar.).
- El alumnado debe construir el significado a partir de la información
- El alumnado debe aprender de manera autónoma e interdependiente.
- El alumnado debe participar eficientemente en el trabajo de grupo.
- El alumnado debe utilizar la información y la tecnología de la información de forma responsable y ética.
- El alumnado debe producir un trabajo de calidad.
Igualmente podríamos completar diciendo que deberían:
- Ser curiosos y sentir la necesidad constante de aprender, pues el
volumen de generación de información es rápido y exige reajustar
nuestros conocimientos a estos nuevos descubrimientos.
- Ser comunicativos, fomentado la capacidad de escucha, de reflexión,
de opinión y de exposición,… de ideas en los distintos ámbitos de la
realidad.
- Ser actores activos, que participan, se implican y se comprometen con ámbitos sociales en los que se incluyen.
- Tener una visión interdisciplinar y sistémica de la realidad, no
como un conjunto de partes separadas sino como una unidad con partes
interrelacionadas que en su totalidad está su comprensión.
- Tener la capacidad de adaptarse a los cambios, pues actualmente los
procesos de cambios se siguen produciendo, como a lo largo de toda la
historia, pero de una manera más acelerada.
- Dominar habilidades digitales, ya que la sociedad de la información
se basa en la generación, gestión, distribución, difusión de contenidos
digitalizados a través de artefactos tecnológicos cada vez más eficaces.
Entonces,
si debemos preparar a nuestros alumnos para su
incorporación al mundo real, debemos potenciar metodologías
caracterizadas por estrategias didácticas basadas en una serie de
principios que favorecen su incorporación paulatina como son:
- La curiosidad, la creatividad y la capacidad de autoaprender,
- Que potencien el trabajo cooperativo, pues de manera individual es más complejo adaptarse a las exigencias reales.
- Que fomenten las capacidades comunicativas y científicas,
- Que desarrollen habilidades o competencias informacionales en el uso de la información y su transformación en conocimiento,
- Que fomenten experiencias para asimilar y reflexionar sobre la
realidad y así potenciar la generación del conocimiento a través de la
curiosidad intelectual y la resolución de tareas reales, y
- Que activen el pensamiento reflexivo y crítico a todos los niveles y en todos los ámbitos.
Por ello los procesos de aprendizaje se deben encauzar
hacia la detección de problemas o interpretación de situaciones reales, a
su análisis, reflexión, comprensión y resolución. No tanto a manejar
diversidad de soportes o a localizar y usar fuentes de información de
manera aislada y descontextualizada, sino como fruto de la necesidad de
resolver una tarea o situación, pues de esta manera el uso de la
información y sus fuentes o recursos será consecuencia de la necesidad
de dar respuesta al problema planteado y así cobrará relevancia y se
contextualizará funcionalmente.
Si analizamos las estrategias de enseñanza-aprendizaje activas observamos que muchas tienen sus raíces en la aproximación
constructivista del aprendizaje que evolucionó a raíz de los estudios de
psicólogos, pedagogos y educadores tales como Vygotsky, Bruner, Piaget y
Dewey. Algunos nombres que nos podemos encontrar son: aprendizaje basado en tareas, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje por descubrimiento, cazas de tesoro, proyectos documentales,... y tantos otros.
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nube de palabras disponible en Wordle |
Desde ese prisma activo del aprendizaje uno de los enfoques que podemos utilizar es el "Aprendizaje basado en proyectos"
(a partir de ahora ABP). Para saber algo sobre él que mejor que con un
par de vídeos que nos ayudan a hacernos una imagen mental de su
planteamiento.
Vídeo titulado “Project Based Learning: Explained (SPANISH)” (3:50 min.)
Vídeo titulado “Aprendizaje basado en proyectos” (2:50 min.)
Si queremos aprender sobre ABP podemos seguir algunos referentes prácticos como son: